Proceso de la Obra de Perforación Horizontal Dirigida – 2
Los Estudios geotécnicos e hidrológicos previos a la perforación horizontal permitirán conocer el trazado del suelo a perforar, así como, superar los obstáculos previstos.
El hincado de tubería horizontal contempla varias fases, las cuales consisten en la instalación propiamente dicha de las tuberías o conductos. El proceso inicia con la perforación dirigida horizontal mediante un taladro; luego se procede a ensanchar esta perforación de forma concéntrica en sentido contrario al que se hizo con la perforación. En ese momento la perforadora direccional permite posicionar la tubería en su posición definitiva.
La perforación dirigida es la siguiente fase, para la cual se debe haber realizado estudios previos. Se trata de realizar la perforación sin zanja con un cabezal con varillaje especial que admite cambios de orientación. El diámetro de la perforación estará en función de la perforadora horizontal utilizada.
Para detectar las posibles obstrucciones y radios de curvaturas, un sistema de navegación incorporado en la perforadora horizontal guía la cabeza de la perforación. El proceso permite la entrada de lodos, que pueden inyectarse a presión para mejorar la perforación direccional horizontal. Estos lodos arrastran las partículas de roca provenientes de la rotura mecánica hacia el exterior. Incluso cuando el suelo es de alta penetrabilidad, se pueden usar motores de lodos que accionan el cabezal de perforación.
Después de la perforación horizontal se procede al ensanchamiento con ayuda de un escariador. El engrandecimiento, dependiendo del diámetro, puede hacerse en una sola o en varias fases progresivas hasta lograr alcanzar el diámetro proyectado. En nuestras experiencias con clientes, hemos trabajado diámetros finales del doble de la tubería a instalar.
Finalmente, se procede a pasar la tubería al interior de la perforación mediante procedimientos mecánicos. Durante esta instalación, los lodos lubrican las paredes de la perforación, reduciendo el rozamiento. Cuando se retira el cabezal, la instalación queda instalada.
La tecnificación del proceso de perforación horizontal dirigida han normalizado los métodos de instalación de tuberías sin zanja, reduciendo de forma importante los costos. El control, la seguridad y calidad del trabajo, hacen una diferencia tan importante que hoy está reemplazando a los métodos tradicionales.
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